Alerta en Sinaloa por el crimen
El asesinato de dos importantes narcos ligados a Mayo Zambada ha generado una gran alerta en Sinaloa. Los cadáveres de Martín y Leobardo García Corrales fueron encontrados el sábado en la mañana en un camino rural cerca de Culiacán. Ambos habían sido vinculados a Zambada y El Chapo Guzmán por Estados Unidos, que los acusaba de tráfico de fentanilo y posesión de armas automáticas.
Cuerpos encontrados en Elota
Los cuerpos de los hermanos García Corrales aparecieron en un estado de tortura. Junto a ellos se encontró un tercer cuerpo. Estados Unidos había ofrecido hasta cuatro millones de dólares de recompensa por información que llevara a la captura de cada uno. Ambos habían sido el objetivo de la justicia estadounidense desde hace tiempo, y se les acusaba de conspirar para traficar fentanilo y poseer armas.
Actividades delictivas de los García Corrales
En la acusación presentada por la Fiscalía de EE.UU. en el Distrito Sur de Nueva York, se detallaban reuniones entre los hermanos y sus socios, donde discutían la producción y venta de fentanilo. Se mencionó una negociación en agosto de 2022 para vender una tonelada de fentanilo en Nueva York. Además, García Corrales había planeado trasladar sus laboratorios a Oaxaca.
Relación con El Chapo y Zambada
El documento también describe reuniones en las que García Corrales discutía la compra de armas automáticas y su relación con El Chapo Guzmán. Aunque no se aclaró el papel exacto de los hermanos en el Cartel de Sinaloa, su capacidad para comprar armas y fabricar fentanilo ilustra su poderío. La Fiscalía y el Departamento de Justicia los vinculaban con Zambada y El Chapo.
Impacto de la captura de Zambada
La captura de Zambada a finales de julio había añadido tensión en la región. El 25 de julio, Zambada llegó a EE.UU. junto a Guzmán López, en una operación que parecía ser una trampa. La muerte de los García Corrales complica aún más la situación en Sinaloa, una región que ya estaba tensa desde la caída de El Chapo Guzmán en 2016.
El enredo de estos eventos demuestra la inestabilidad del Cartel de Sinaloa, que continúa enfrentando conflictos internos mientras lucha por mantener su control sobre el territorio.