Violencia en la capital de Guerrero
Alejandro Arcos, alcalde de Chilpancingo, fue asesinado tan solo una semana después de asumir el cargo. Este trágico hecho ocurre en un Estado como Guerrero, conocido por su alta violencia y pobreza. El crimen sucedió días después de que Francisco Tapia, secretario del Ayuntamiento, fuera asesinado también.
Contexto del asesinato
El cuerpo de Alejandro Arcos fue encontrado el domingo. Según medios locales, fue decapitado y su cabeza apareció sobre una furgoneta blanca, mientras que el resto de su cuerpo estaba dentro del vehículo. El alcalde había pasado la mañana en recorridos por barrios afectados por inundaciones, antes de ser atacado. La Fiscalía estatal y Alejandro Moreno, presidente del PRI, confirmaron el asesinato, aunque se han proporcionado pocos detalles.
Guerrero: epicentro de la violencia
Guerrero, y particularmente Chilpancingo, ha sido escenario de una constante guerra entre grupos criminales. Los Tlacos y Los Ardillos son algunas de las mafias que se disputan el territorio, no solo por el control del narcotráfico, sino también de otros negocios ilícitos como el secuestro y la extorsión. La capital del Estado, conocida por ser un centro de producción de opio y marihuana, está atrapada en una compleja red de violencia.
Reacciones y antecedentes
La gobernadora Evelyn Salgado ha condenado el asesinato a través de redes sociales, sin que se hayan dado a conocer más medidas por parte del gobierno. Este incidente se suma a una larga lista de actos violentos que han marcado a Guerrero, como la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, que sigue siendo un símbolo de la impunidad en México.
Guerrero sigue arrastrando un historial de violencia que parece no tener fin, mientras las autoridades continúan sin respuestas claras ante la creciente inseguridad.