Joven de Escobedo finge embarazo
La Fiscalía de Nuevo León reveló recientemente que Silvia Amairani, una joven de 19 años, no estaba embarazada como ella había afirmado. La información fue confirmada mediante un estudio médico legista, el cual demostró que no existían evidencias de un embarazo en su cuerpo.
El comienzo del incidente
La historia comenzó cuando Silvia Amairani denunció que un hombre y una mujer la habían sedado e inducido al parto para robarle a su bebé. Según su relato, la pareja de desconocidos entró a su casa en la colonia Concordia, en Escobedo, y, aprovechando que ella estaba dormida, le inyectaron una sustancia para sedarla e inducirle el parto. Tras el supuesto robo, Silvia había reportado el secuestro de su hija, lo que generó una alerta Amber y un fuerte operativo de seguridad.
Confusión y falsificación del embarazo
En un video difundido en redes sociales, se muestra a Silvia aparentemente desorientada y bajo shock, relatando los hechos mientras se encontraba recostada en una cama. Durante este proceso, se generó un despliegue de seguridad en el municipio de Escobedo y se activaron los protocolos correspondientes, incluidas revisiones en diversas avenidas y en la Central de Autobuses de Monterrey.
Investigación y resultados
Sin embargo, la situación dio un giro inesperado cuando la Fiscalía de Nuevo León, luego de realizar una investigación exhaustiva, desmintió la versión de Silvia. Según su informe oficial, no había señales de embarazo en su cuerpo, lo que invalidó la denuncia de secuestro de la bebé. Como resultado, la alerta Amber fue desactivada y las labores de búsqueda fueron suspendidas.
El caso de Silvia Amairani destaca por la gravedad de la denuncia y la confusión generada en la comunidad, pero también resalta la importancia de contar con pruebas médicas en situaciones tan delicadas. La joven fue trasladada al Hospital Universitario, donde fue reportada como estable, y las autoridades continúan investigando los motivos detrás de su denuncia.
Este incidente deja en evidencia las posibles consecuencias de la falsificación de hechos, un tema que debería ser abordado con mayor rigor para evitar malentendidos y despliegues innecesarios de recursos públicos.