Revelaciones de una Red Criminal
Descubrimiento de los Cuerpos
El asesinato de dos mujeres venezolanas en Tlalpan ha destapado la presunta instalación de un grupo criminal venezolano en la Ciudad de México. El 30 de julio, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) recibió un aviso sobre la localización de dos cuerpos en una zona entre las calles Tomasquitila y la Primera Cerrada de Tomasquitila, en la colonia Pueblo de San Miguel Topilejo, alcaldía Tlalpan.
Detalles del Crimen
Al llegar al lugar, se encontró que los cuerpos estaban entre la maleza, ambos con heridas de arma en la cabeza, signos de tortura y quemaduras. Tras este hallazgo, se inició una investigación para esclarecer el doble feminicidio. Más tarde, se identificó a las víctimas como Stephani y Susej, dos jóvenes venezolanas de 19 y 20 años, quienes habían llegado a México en busca de mejores oportunidades.
Red de Trata de Personas
Las investigaciones sugieren que las jóvenes fueron víctimas de una red de trata de personas operada por grupos criminales en la Ciudad de México. Estas redes, compuestas principalmente por personas de origen sudamericano, prometen sacar a los migrantes de Venezuela a cambio de elevados pagos. Aunque aún no se ha confirmado el nombre de la organización, el periodista Carlos Jiménez ha sugerido que podría tratarse de ‘El Tren de Aragua’, un grupo criminal originario de Venezuela.
Acciones de las Autoridades
A raíz del crimen, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) ha iniciado diversas acciones para aclarar los hechos y detener a los responsables. El 6 de agosto, Ulises Lara, encargado de despacho de la FGJCDMX, informó sobre cateos realizados en domicilios de las colonias Providencia y Buenavista, ubicadas en Azcapotzalco y Cuauhtémoc. Durante el cateo en Buenavista, se encontraron indicios relevantes que están siendo analizados. Además, se confirmó la identidad de las víctimas y se contactó a sus familiares para el reconocimiento y entrega de los cuerpos.
Impacto del Crimen
El grupo ‘El Tren de Aragua’ ha expandido sus operaciones desde Venezuela a varios países de Sudamérica y Norteamérica, aprovechando la crisis migratoria para extorsionar a los migrantes. Este caso pone de relieve cómo el conflicto migratorio está generando nuevas formas de crimen en la capital mexicana.