¿Cómo se realizan los hurtos y qué consecuencias tienen para las víctimas?
Aumentan los robos a casa-habitación en 2021
El robo a casa-habitación es un delito que afecta la seguridad y la tranquilidad de miles de familias en México.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), este tipo de robo aumentó 9.2% y 4.3% en la Ciudad y en el Estado de México, respectivamente, en los primeros cinco meses del año con relación al mismo periodo de 2022.
Esto significa que en la Ciudad de México se denunciaron mil 400 hurtos, mientras que en el Estado de México se reportaron 3 mil 654 robos en viviendas, departamentos, casas y residencias.
En ambas entidades, la mayoría de los robos se realizan sin violencia, aprovechando la ausencia o el descuido de los propietarios o inquilinos.
El modus operandi más común en robo: el engaño
Uno de los casos más representativos de este delito ocurrió este año en Lomas de Chapultepec, en la alcaldía Miguel Hidalgo.
Dos personas se hicieron pasar por personal de una compañía de cable y lograron robar más de un millón de pesos entre dinero en efectivo, joyas y relojes de alta gama en un domicilio.
Los delincuentes mostraron documentos falsos y uniformes con logotipos para engañar a los empleados y acceder a la recámara principal, donde se encontraban los objetos de valor.
El robo duró menos de 10 minutos y quedó grabado en cámaras de vigilancia privadas, pero los agresores no han sido identificados.
Este modus operandi es el más usado por los delincuentes, según la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México.
Consiste en aprovecharse de la confianza o la ingenuidad de las personas que trabajan o viven en las viviendas para ingresar, amagarlos y llevarse todo lo que puedan.
El impacto emocional del robo a casa-habitación
El robo a casa-habitación no solo implica una pérdida material, sino también una violación a la intimidad y a la seguridad de las personas que habitan el lugar.
Muchas víctimas sufren estrés postraumático, ansiedad, depresión o insomnio después de ser robadas.
Es el caso de Lilian, cuya vivienda fue saqueada por tercera ocasión.
“Entraron a mi hogar, que se supone era mi refugio, donde ahora ya no puedo sentirme tranquila”.
Señaló.
A pesar de reforzar las ventanas, los domos y las puertas, los ladrones lograron entrar y llevarse sus pertenencias.